Lombart, Josep Mª Photo cedida por Kala |
Josep Mª es un barcelonés procedente del mundo del diseño textil, con una formación en técnica fotográfica y retoque muy amplias, en parte gracias a las incontables horas que ocupó revelando y retocando sus propias fotografías, en aquellos laboratorios químico-analógicos de los años ’70, que grandes aficionados como él tenían en un “cuarto oscuro” de su casa, o incluso en el baño, como si de alquimistas clandestinos se tratara.
Las necesidades de su profesión, le obligaron a mantenerse siempre al día en todo lo concerniente al diseño, por lo que su relación con los programas informáticos sobre el tema que aparecían en el mercado, eran devorados uno tras otro por su avidez de conocimientos, hasta convertirle hoy en día en todo un maestro del retoque con Photoshop. Todo ello aderezado con una gran dosis de elegancia y criterio en sus composiciones.
Quien le ha visto trabajar, se da cuenta de hasta qué grado eleva su pulcritud, desde el momento en que localiza el marco y objeto de su próximo disparo, hasta la delicada elaboración del retoque en el ordenador.
Controla la luz como a pocos fotógrafos he visto, con la misma ansiedad que lo haría un gran pintor renacentista. Porque eso es lo que hace realmente: pintar con su cámara.
Se defiende bien en todas las temáticas, pero quienes lo conocemos sabemos de sobras que con el “robado” de calle se encuentra como pez en el agua. Y en especial en su amplia serie de fotos tomadas dentro de los vagones del metro.
Como leí alguna vez, esos robados tienen tal poder y se apoderan tan profundamente de un pedazo del alma de sus improvisados modelos, que bien podrían servir para un estudio sociológico en toda regla.
Lombart tiene una técnica tan suya para este tipo de tomas, que casi nadie es capaz de averiguar en qué momento pulsa el disparador de su cámara. Puede estar hablando con alguien y mientras le mira a los ojos, seguro que ya tiene localizada una escena en otro punto distinto, lista para ser capturada con su cámara, que siempre lleva colgada del pecho. A media altura, de lado, tras él, por encima… Le da igual. Captar una expresión que pueda parecer interesante y capturarla en su máquina es cuestión de décimas de segundo.
Pero si Josep Mª es indiscutiblemente un fotógrafo como la copa de un pino, aún es mejor como persona. Ha enseñado técnica fotográfica y retoque a muchos de nosotros, por teléfono, por mail, en vivo... Nunca tiene un “no” para prestar su ayuda. Su jovialidad y simpatía son la guinda de este pastel.
Por ello quienes le conocen y sobre todo nuestro grupo “Petjades Mediterrànies”, al que él también pertenece, le apodamos cariñosamente y no sin razón “Maestro”.
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